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La despedida

Subió la sierra cantando corridos norteños a viva voz. Estaba contento porque la volvería a ver.

Pero los días pasaron demasiado rápido, como siempre que se veían. En el momento de la despedida ella comenzó a llorar. El nunca lloraba, solamente cuando la veía a ella hacerlo.

"Cada vez que nos volvemos a ver me es más difícil dejarte ir. Sufro mucho cada vez que te vas". Las lágrimas de los dos se mezclaron en sus labios.

Cuando iba bajando de la sierra lloró a su modo: Comiéndose la carretera a máxima velocidad, con las ventanas abiertas para sentir el viento frío en su cara y escuchando canciones tristes. Bajó de la niebla a la costa en 5 horas, llegó al anochecer.

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