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Consejos para fumar un puro

Uno de los placeres que más disfruto, aunque no lo hago muy seguido (porque no se encuentran en cualquier lugar y además n ome quiero volcer adicto), es el de fumar un buen puro.

Investigando un poco el asunto, encontré este tratado sobre como fumarlos, con muchas cosas interesantes como las que he recopilado en el siguiente "decálogo":

1. Disfrutar de un buen habano (cigarro puro) requiere de un ambiente tranquilo y agradable para disfrutar de su aroma de forma adecuada.

2. A la hora de elegir un buen habano debemos dejarnos llevar por los sentidos: la vista; el tacto, (firme pero no duro); el olfato; el gusto.

3. El color del puro debe ser uniforme en toda la superficie y con un cierto brillo.

4. En cuanto al tamaño del puro, debemos elegir el mismo en función del tiempo de que dispongamos para poder disfrutarlo.

5. Hay en el mercado infinidad de marcas, cada una de ellas con sus peculiares características. En lo personal prefiero ir a la segura: he probado los Cohiba y los Montecristo, que son una delicia.

6. Hacer un buen corte no es una mera cuestión estética, sino que es fundamental a la hora de fumar un habano, pues será determinante para la correcta combustión del habano, lo que redundará en apreciar de forma adecuada todo el sabor del puro. Lo mejor es utilizar el cortapuros (una pequeña guillotina) que corta la parte trasera del habano de una forma limpia y precisa. Se pueden utilizar otros elementos de corte, lo que debemos tratar de no hacer nunca, es cortarlo con nuestros dientes, con el consiguiente desgarro que sufriría el habano.

7. Encender un puro requiere de paciencia y debemos utilizar un fósforo (cerilla) de vara larga o un mechero de gas . Eso si, nunca se deben utilizar llamas no inodoras, como un mechero de gasolina, por ejemplo. Eso nos estropearía el sabor y el aroma del habano. Una vez que tenemos la llama, se debe, con paciencia, mantener el puro cerca de la llama, e irlo girando de forma progresiva para un encendido uniforme de toda la superficie del puro. Si queremos comprobar que el puro está perfectamente encendido, solamente tenemos que soplar ligeramente la parte encendida del habano y comprobar que se pone incandescente toda la superficie.

8. El puro, no es un cigarrillo, por lo que aspiramos el humo, pero no lo tragamos, sino que lo dejamos en la boca para “paladearlo”. Con respecto a la ceniza, no se debe estar constantemente dando golpecitos al puro para tirar la ceniza sobrante. Si el puro es de una gran calidad, dejará una ceniza bastante firme y por lo tanto, larga.

9. El sabor del puro se va haciendo más intenso (y algo más amargo) a medida que se va consumiendo. Se suele fumar únicamente tres cuartas partes del mismo, ya que al final los sabores se vuelven demasiado fuertes, y pueden estropearnos el paladar.

10. El habano no se apaga “estrujándolo” contra el cenicero como un cigarrillo cualquiera. Se debe dejar apagar de forma natural: “Hay que dejarlo morir dignamente”.

Fumar un buen habano tiene su chiste, y con medida, es mejor que fumar cigarrillos y muy reconfortante. Pero también en México tenemos buenos puros, es cuestión de informarse. Personalmente, cuando voy a Córdoba me gusta comprar puros hechos en México, de la región de San Andrés Tuxtla, que son los mejores.

Algo que no menciona el artículo es que, a pesar de que existen sabores de chocolate, vainilla y otros en los puros, no hay nada como disfrutar un puro "puro", es decir, sin sabores ni nada de eso. Espero que la información sea útil para aquellos que deseen disfrutar de un buen puro.

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