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Una noche inolvidable

05oct2007

Era una noche fresca y muy tranquila. Llegó a su casa, apagó el coche y respiró una bocanada de aire húmedo. Estaba muy tranquilo ahí, esperando. Pasaron pocos minutos cuando ella apareció y se asomó por la ventana con su enorme sonrisa. El también sonrió. Le abrió la puerta y sin más preámbulos le entregó la rosa. Una rosa colorada que apenas se abría a la noche. Ella sonrió aún más si era posible.

No sabían a donde ir, no habían planeado nada, pero en unos minutos decidieron ir a la playa. Así que tomaron el rumbo mientras platicaban y reían. Estaban muy relajados y el iba manejando sin prisa, volteando constantemente a verla y ella le sonreía.

Al llegar a la playa se estacionaron, bajaron y comenzaron a caminar hacia las olas. Había dos sillas dispuestas como especialmente para los dos, justo a unos metros de las olas, alejadas de todas las demás. Se sentaron y comenzaron a platicar. La noche era muy clara y había muchas estrellas en el cielo. Estaban viendo los barcos que se alejaban en la oscuridad, las últimas gaviotas perdidas, las garzas con su blancura fantasmal y los cangrejos huidizos. Disfrutaban de la brisa, de los chillidos de las aves y del maravilloso espectáculo de las estrellas.

De pronto, a lo lejos en el malecón comenzaron a verse unos fuegos artificiales. Parecía una bienvenida a la playa, porque justo en ese momento comenzó a sonar una melodía agradable que provenía de una boda cercana. Los dos voltearon hacia los fuegos y sin darse cuenta ella recargó su cabeza en su pecho y el rodeó sus hombros con el brazo. Era una combinación perfecta: Las luces pirotécnicas se reflejaban en las olas, con las estrellas de fondo, la música tocando al compás del sonido de las olas y los dos abrazados disfrutando de la noche.

Cuando terminaron los juegos pirotécnicos se encontraron hablando de la estrellas, de la luna, de los viajes, de los barcos, de las olas y de la inmensidad de la vida. Así pasaron horas y horas, platicando, callando, sonriendo, pensando.

Estaban así abrazados, cuando vieron algunas personas que preparaban más fuegos artificiales. Pero esta vez estaban a unos cuantos metros de ellos. Al principio el pensó en moverse de lugar, pero ambos quedaron deslumbrados con la belleza del primer cohete. Vino uno más y después otro y así tronaron varios. Entre uno y otro se volteaban a ver incrédulos y sonreían como niños. Vinieron varios cohetes más y cuando al fin se terminaron, quedaron mudos de la impresión por un instante, y luego se abrazaron.

Se levantaron y caminaron un rato, primero por la orilla del mar y luego alejándose un poco de ella. Llegaron a un lugar solitario y permanecieron parados, viendo el espectáculo de la noche bailando con las olas del mar. La música de la boda continuaba y se hacía cada vez más romántica. Por si hubieran sido pocas las sorpresas que esa noche les había mostrado, en el horizonte cayó una estrella fugaz. Nuevamente se miraron y sonrieron, pidieron un deseo secreto y cuando abrieron los ojos se estaban besando. Siguieron viendo algunas estrellas fugaces más.

La noche se acababa y tenían que regresar. La rosa se había abierto por completo a la noche. Ellos no se querían ir, pero después de un rato lo hicieron, con el sabor en los labios de una noche inolvidable.

5 Reacciones:

Anónimo dijo...

es interesante lo que escribes

Herenvaryar dijo...

gracias.. ojalá pudieras quitarte el "anónimo" :) saludos

Unknown dijo...

Que historia tan hermosa lalito, insisto, creo que te equivocaste de carrera porque escribes muy lindo. !!! C O N G R A T U L A T I O N !!!

Anónimo dijo...

Es increible la forma en que el corazon de un enamorado puede escribir, muchas gracias por compartir tu felicidad.

Quedo muy padre tu blog y sigue escribiendo, porque nos demuestras que el amor y el romanticismo aun estan vivos y que llegara algun dia para aquellos que estamos en su espera o para los que hemos pasado alguna desilusion y sentimos que el amor ya no existe.

Gracias Lalo

P.D. Son buenos los cambios

Lizbeth dijo...

Un día alguien me dijo que las cosas hermosas son asi por el reflejo de la mirada con la que se ven, y ahora estoy convencida... Gracias por todo...

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