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Salmos 23:5
Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.


Hace dos años mi familia sufrió un revés bastante doloroso. Desde entonces hemos vivido tantas cosas, tanto buenas como malas, que me haría falta otro blog solamente para hablar de eso. Ayer recibí una llamada en la que mi padre me dió la noticia de que todo eso se acabó y que se le había restituido lo que le habían robado. Me dió tanto gusto que hoy voy a viajar 130 km solamente para verlo y darle un abrazo. Y para planear con él lo que sigue. Me lo imagino así, sentado en la mesa, sus enemigos viéndolo y él tomándose esa copa rebosante y comiéndose ese banquete que Dios le aderezó.. :)

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